lunes, 27 de abril de 2015

ENTREVISTA A HERMANN TERTSCH «Días de ira» de Hermann Tertsch

Entrevista a HERMANN TERTSCH
Por ALFONSO BASALLO
 Neupic, Domingo, 26.04.15


“Nadie puede excluir que Ciudadanos sea más votado que el PP y no está escrito que vaya a pactar con el PP

 “La indolencia de Rajoy, la ambición de Soraya... son factores para un descalabro del PP que podría ser histórico

 “Todos los comunistas en el poder han asesinado y el modelo de Iglesias no es distinto del de Cuba o Venezuela

 “En Barcelona no ponen estrellas en el pecho a la gente, pero no hay libertad para estudiar en español

 “El papa Francisco tiene algo de peronista, de populista, de recetas fáciles y mediáticas

 “Nadie muere ahogado huyendo del capitalismo, mueren ahogados los que huyen de regímenes totalitarios

 “En España triunfan demagogos como Jordi Évole o Gran Wyoming que son el antiperiodismo.

  “Nos quejamos poco de que asesinen a los cristianos y estamos dispuestos a aceptar que el Real Madrid y el Barcelona retiren la cruz de sus escudos

Pesimista es el pronóstico para España que traza Hermann Tertsch (Madrid, 1958): un PP trufado de mediocres y roído por envidias de despacho se encamina al descalabro, del que se aprovechará una izquierda radicalizada, tirando por la borda la incipiente recuperación y abriendo un peligroso panorama de inestabilidad. Y una Europa donde no quedan ideales ni tampoco líderes sino jefecillos de partido que gobiernan países mirando a las encuestas, puede ser pasto de la doble tenaza de populismos y camadas rojipardas, y de un Islam radicalizado que, con el caballo de Troya migratorio, ha logrado lo que no pudo Solimán el Magnífico en el siglo XVI: llegar al corazón de Europa, donde la sharia ya ha sustituido a la constituciones civiles en muchos barrios.

Puede parecer apocalíptico, pero nadie puede negarle a Tertsch que sabe de lo que habla. Columnista de ABC, ex subdirector de El País, corresponsal en las guerras balcánicas, contertulio televisivo, polémico y combativo, conoce por dentro las tripas demagógicas de los totalitarismos –que vivió en su etapa como corresponsal en el Este antes y durante la caída del Muro-; así como la eficaz mentira urdida en España por la izquierda en la Transición, dogma aceptado por una derecha acomplejada, y que puede explicar el batacazo electoral que le aguarda al PP y el horizonte de inestabilidad al que dará paso. Tertsch lo explica detalladamente en su nuevo libro, ‘Días de ira’ (La Esfera), y en esta entrevista.

El año pasado acabó el juancarlismo, ¿acabará este año el bipartidismo y la vieja política?
La vieja política desde luego que sí, y el bipartidismo PP-PSOE no lo sé con seguridad pero es muy posible. Es muy probable que así sea y que eso suponga el fin de una larga era de estabilidad. Entraremos en otra de inestabilidad. Y tendremos una permanente amenaza de que la única apariencia de estabilidad la ofrezca un Frente Popular. Lo que sería poco menos que el cumplimiento del sueño de Zapatero.

¿No habrá un pacto PP-PSOE?
No creo. Porque es muy posible de que ni siquiera entre los dos juntos logren sumar fuerzas para una mayoría de gobierno; y si lo hay no duraría, en mi opinión, más de diez o dieciocho meses, y el PSOE acabaría cediendo a las presiones de crear una mayoría con Podemos y todas las fuerzas izquierdistas y separatistas disponibles.

¿Ciudadanos no podría ser la bisagra que daría un balón de oxígeno al PP?
Primero hay que ver si aritméticamente Ciudadanos cuenta como bisagra. Nadie puede tampoco excluir, vista la velocidad con que se suceden los acontecimientos, que Ciudadanos sea al final más votado que el PP. Pero tampoco está escrito que vaya a pactar con el PP en todo caso. Es posible que lo haga con el PSOE, según convenga y según en qué sitios.

Quizá el problema de España no se arregla con aritmética electoral, quizá no sea político sino de educación.
Muchas de las taras fundamentales de España tienen que ver con la mala educación, la envidia y la mentira. Esta última ha jugado un papel muy especial en las últimas décadas, como argumento en mi libro ‘Días de ira'. Tras la muerte de Franco la sociedad española asumió el discurso de la izquierda, según el cual un pueblo estupendo e impecable fue sojuzgado por un régimen cuasi hitleriano que se mantuvo poco menos que invariable en el tiempo y al que sólo apoyaban cuatro capitalistas, cuatro generales y dos curas, pero siempre con una sociedad supuestamente antifranquista. Todo eso es mentira. Es un hecho incuestionable que la inmensa mayoría de esa sociedad antifranquista vivió con conformidad, resignación y creciente complacencia el desarrollo bajo la dictadura. Y al final hizo masivamente cola ante la tumba de Franco. Para sacudirse la mala conciencia de esta verdad, la sociedad asume ese discurso mentiroso de la izquierda y acepta esa mentira consensuada. Cuando todos saben que viven en una mentira común, los diques para la mentira están rotos desde el principio y la verdad deja de tener un valor incuestionado. Todo ello ha viciado las relaciones sociales, políticas, culturales y personales en España. Quien osa recordar la verdad o disentir es automáticamente tachado de "facha", de fascista, un mecanismo callabocas para mantener la mentira cuestionada. Y ese dogma impuesto por la izquierda ha sido aceptado por una derecha profundamente acomplejada por un lastre del franquismo que ha permitido se adjudique a una opinión política, la actual derecha conservadora y liberal, que tiene mucha menos culpa que los socialistas y comunistas en la llegada de la Guerra Civil y la consiguiente Dictadura.

¿Esa mentira de la izquierda y esos complejos de la derecha pueden explicar el famoso pacto de la Corona con los socialistas durante estos 40 años?
Sería una consecuencia de esa mentira: la tendencia de la Corona a llegar a acuerdos con la izquierda, considerando que a la derecha la tendría siempre segura. Teniendo en cuenta que la alternativa en este caso no sería monarquía – república, sino monarquía – república soviética, por ese carácter revanchista de la izquierda española, a pesar de los genuinos esfuerzos de Felipe González por modernizar al PSOE, que no cuajaron y fracasaron definitivamente con la llegada de Zapatero.

¿No se ha librado el PSOE de los peores resabios de la izquierda?
Tras la generación de González, el revanchismo de Zapatero destruye la legitimidad adquirida en la Transición y la mentira antifranquista impide la catarsis de la izquierda. La derecha ya la había pasado librándose de resabios franquistas, pero la izquierda no. La derecha no reivindica ni defiende a la CEDA o a Franco. La izquierda es una piña aún en defensa incondicional de un Frente Popular profundamente totalitario en su ideología y criminal en su conducta.

Hablando de educación, ¿se imagina vd. un ballesterazo como el del menor de Barcelona en la época de los castigos cara a la pared?
Más allá de que locos hay en todas partes cierto es que tiene mucho que ver con la crisis de la educación y el antiautoritarismo, común a Europa y Estados Unidos y consecuencia del 68 y el sesentayochismo (que tuvo algunas cosas buenas y otras muchas terribles). Y una de estas últimas fue la destrucción final de los códigos de lealtad y jerarquía y también de la autoridad tanto en la educación como en la familia. A España llegó con retraso, pero con redoblada brutalidad y cuando en otros países ya se estaba revisando por sus obvios efectos perniciosos. En cuanto la izquierda llegó al poder en España en el 82, se aprovechó de los complejos antifranquistas para entrar a saco en el sistema educativo, con las leyes socialistas que en términos generales no se han cambiado nunca desde entonces. Esa crisis de autoridad es, por tanto, consecuencia de los errores del sesentayochismo y de las miserias tradicionales españolas: envidia, resentimiento y odio al mérito y al éxito.

¿La purga de Rato a un mes de las municipales será para Rajoy lo que el 11-M fue para Aznar?
No lo sé. Pueden ocurrir más cosas en medio del deterioro masivo de la situación y del PP, que está sumido en una descomposición parecida a la que sufrió el PSOE desde hace tres años y que en estos momentos se refleja en una violenta guerra interna.

¿Quién ha hecho más daño dentro del actual PP?
La indolencia y el desinterés político de Rajoy, la ambición e ineptitud política de Soraya, la prepotencia de algunos ministros... Son muchos factores para un descalabro que podría ser histórico. Ni el PP ni el PSOE saben ya donde tienen el suelo electoral.  O sea que la derecha se juega la hegemonía autonómica y local. Va a perder esa hegemonía con práctica seguridad. El PSOE la perdió con ZP y el PP la pierde con Rajoy, después de demostrar que en su Gobierno no hay talento, ni ideas, ni debate, ni iniciativas… sólo envidias de despacho, ambiciones chatas, mezquindad y angustias reaccionarias. Los mejores han sido sistemáticamente marginados. La selección negativa, tan propia de los partidos comunistas, ha funcionado con increíble eficacia en el PP. Como en el PSOE. El PP no ha aprovechado una oportunidad histórica que jamás volverá. Política e ideológicamente apenas ha tocado el legado de Zapatero: Memoria Histórica, ley de Violencia de Género...

Pero Rajoy nos ha librado del rescate y hay una tímida reactivación…
Pero ese éxito económico incuestionable aunque tímido, hecho con esfuerzo de todos, no le va a servir de nada al PP en mi opinión. Y me temo que a medio plazo tampoco a España porque llegará la izquierda y destruirá la incipiente recuperación. Y son muchas las interrogantes que quedan de esta legislatura, véase nuestro endeudamiento que sigue aumentando. Pronto habrá más que cuestionen ese dogma de la bondad de haber evitado el rescate y dirán que de haberse producido se podían haber corregido sin contemplaciones muchas de las barbaridades que sobreviven esta crisis porque el Gobierno no se ha atrevido o no ha querido tocar los intereses propios de su partido y todos los que se benefician de esa administración no reformada pese a tantos anuncios y un sistema territorial disparatado.

¿No es el colmo del masoquismo que un partido con mayoría absoluta pueda acabar como UCD?
Sí, pero es lo que puede pasar. Los partidos se suicidan históricamente. Como por cierto también los pueblos y las sociedades modernas. Son cosas que pasan.

¿Es Aguirre la última esperanza?
Aguirre es valiosa y tiene mérito, personalidad, ideas y fuerza, pero ella no va a salvar al PP. Quizá puede salvarle al PP el ayuntamiento de Madrid, y aún así con muchas dudas, pero haría falta más gente para evitar la catástrofe de ese partido que yo veo ya similar a la del PSOE. Este volverá a verse, después de este gran fiasco de las primarias con Pedro Sánchez, al borde de la refundación o desaparición.
Los dinosaurios se extinguieron en 1989, pero ¿en España han dejado el huevo de Podemos?
Es el huevo de la serpiente, que tiene vitalidad y que está prendiendo también en otros países de Europa. Hay camadas rojipardas, comunistas y neonazis. Es el populismo que agita el miedo y el resentimiento social frente a unas sociedades en las que el reparto socialdemócrata, que era consensuado tras la Segunda Guerra Mundial, no funciona. Los Estados han acostumbrado a las sociedades a unas protecciones y dependencias insostenibles. No querer verlo en la era de la globalización es condenar a Europa al fracaso. Si el proyecto de la Europa unida fracasa, que es lo más probable, muchos de sus miembros tendrán un futuro poco prometedor. Por decirlo suavemente.

¿Cree que Pablo hubiera caído del caballo de haber conocido la RDA que usted conoció?
Que va, se hubiera beneficiado de ella, como se beneficia a Venezuela y Cuba. A Iglesias no le interesa la verdad, no busca la verdad, sino el poder.

¿No peca usted de apocalíptico cuando atribuye a Iglesias intenciones asesinas?
Todos los comunistas en el poder han asesinado. El de Iglesias no es un modelo distinto de regímenes como Cuba, Venezuela y los países comunistas del Este, donde el asesinato fue y es un arma política cuando resulta necesario o conveniente. Yo he vivido en evidentes regímenes comunistas y conozco demasiado bien la historia de Europa y el totalitarismo como para caer en promesas de mesura y humanismo de los adalides de nuevos experimentos sociales.

Pedro J dijo que si tuviera 20 años y estuviera en paro y sin perspectivas votaría a Podemos
También yo milité a los 20 años en el Partido Comunista en el País Vasco, pero ahora no tengo 20 años y sé algo de Historia, y tengo criterio, y prejuicio, en el sentido estricto: prejuicio por conocimiento de causa. Sería irresponsable votar a Podemos. Como sería irresponsable sumarse a un grupo nazi o islamista. Lo que ocurre es que muchos jóvenes lo harían porque son fruto de una educación que ha destruido señas de identidad y códigos de conducta formados con tiempo y sabiduría y han sido sustituidos por ocurrencias ideológicas. Además de un bombardeo en televisión, en la poca basura que leen y en las redes sociales.

¿Peca Rivera de utópico con sus rebajas fiscales y otras propuestas económicas?  
Utópico no creo. Yo creo que sí es bueno que se planteen fórmulas innovadoras, con ideales por objetivo, marcadas por la necesidad del cambio, aún a riesgo de equivocarse, lo cual no es tan grave después de las equivocaciones de las últimas décadas. Creo que en este momento hacen falta en política ideas, propuestas, frescura.

¿Frente al descrédito de la derecha y de la izquierda, Ciudadanos coge la antorcha del centrismo de UCD?
No sería nada malo que lo hiciera. En UCD estuvo la gente muy preparada, la mayoría con la vida resuelta, que por patriotismo, entraron en política, aportando ideas y esfuerzos para unos cambios que fueron un éxito. Y un alarde de generosidad por parte de ellos y sus rivales políticos, especialmente cabria decir, los comunistas de entonces… Con errores, fue en conjunto un esfuerzo meritorio. Vamos a ver lo que consigue y lo que da de sí Ciudadanos, pero el planteamiento no es malo.

¿La balcanización de España empieza en Cataluña?
La balcanización también parte de la mentira antifranquista, urdida por la izquierda, pero de la que benefician los nacionalistas. El reto más importante ahora es Cataluña, pero también el País Vasco, las fuerzas centrífugas están ahí amenazando la unidad. Es preciso defender esa unidad, sin cesiones ni concesiones.

Propone Vd. un Estado de las Autonomías pero con techo. 
Descentralización pero con un techo, dejando en manos del Estado central, la educación y la sanidad. Y manteniendo la cohesión y la unidad de mercado.

Dicen que hay más crispación en las tertulias televisivas que en las calles de Barcelona. 
Hombre, en Barcelona no ponen estrellas en el pecho a la gente, pero no hay libertad para estudiar en español y toda actividad cultural está aprobada y controlada por el nacionalismo. En Cataluña hay una represión suave, pero no está permitida la libre difusión de un discurso diferente del nacionalista. Y la culpa es, en buena medida, de Madrid, de todos los gobiernos, tanto del PSOE como del PP.

Los emigrantes musulmanes han logrado lo que no logró Solimán el Magnífico: llegar al corazón de Europa.
No voy a ser como Michel Houellebecq, que en su última novela cuenta que ante el miedo a la extrema derecha, pueden ganar los islamistas unas elecciones e instaurar un régimen islamista en Francia; pero está claro que en muchos barrios de la UE ya no rigen las constituciones europeas sino la sharia, o ley islámica. Y el panorama puede ser pronto terrible. El jefe de la oficina de protección de la Constitución de Alemania decía hace unos días que los intentos de crear un estado islámico ¡en Alemania! están en marcha. Y avanzan gracias a la gran profesionalidad de los yihadistas. Es para asustarse.

Tampoco es sencillo poner límites…
Se deben poner. No puede ser que la sociedad más rica, generosa, eficaz, libre de toda la Historia, como es la europea, renuncie a las cualidades y valores que la han hecho posible y permita que quienes huyen de modelos fracasados, intolerantes, donde no se respeta la libertad, traten de imponer ese modelo de fracaso en su territorio. Es necesario imponer límites, comenzando por una emigración reglada, siguiendo por integración social, educación civil, aceptación de los códigos constitucionales de Occidente. Debe quedar muy claro que en Europa las leyes civiles están por encima de las leyes religiosas y muy especialmente de aquellas que pretenden ser leyes totales como la sharia. Y debe quedar claro que se debe expulsar a imanes y activistas y revocar nacionalizaciones y permisos por cualquier tipo de implicación yihadista. Debemos hacerlo sin mala conciencia. Pero para ello hace falta voluntad política. El problema es que somos una sociedad acomplejada, y nos quejamos muy poco de que asesinan a los cristianos pero estamos muy dispuestos a aceptar que el Real Madrid y el Barcelona retiren la cruz de sus escudos y sean socios entusiastas de países como Qatar que igual que financian clubs y organizan el Mundial financian al Estado islámico y las mezquitas yihadistas en todo Occidente.

¿Lo de Europa del Este es mala suerte: del comunismo ha pasado a corrupción y populismos?
En la mayoría de Europa del Este ha cuajado la libertad y tenemos buenos ejemplos en Polonia, con un modelo envidiable, República Checa, Eslovaquia… hay alguna excepción como Viktor Orban, en Hungría, que está imitando a Putin. La democracia y la libertad con la UE han sido una historia de gran éxito en Europa Central y oriental tras un terrible siglo XX. Es importante y muy significativo el caso de Ucrania levantándose frente a Rusia, porque quiere ser europea, libre y democrática y estar en Europa. La diferencia respecto a nosotros es que ellos están dispuestos a defender su libertad o conquistarla con los muertos propios que sean necesarios. Mientras es calamitosa la situación en Europa occidental y en España en particular. Aquí, dice el CIS, sólo un 16% estaría dispuesto a morir por defender su patria ante una agresión; en Polonia sería la práctica totalidad.

Ha hablado de Ucrania, ¿hasta dónde llegará Putin en su sueño de resucitar el frankenstein de la URSS?
Putin va a seguir, porque cuanto más débil esté Rusia por dentro, más agresivo estará él por fuera. El problema de Rusia es que es un país del tercer mundo con armas nucleares, que económicamente no ha mejorado en estos 20 años tras la caída del comunismo, un país de unos pocos millonarios, putas de lujo e importaciones. Pero que solo exporta materias primas. Putin seguirá probando nuestra disposición a defendernos. Y nos provocará como ya hace. Es posible que lo próximo que intente Putin sea una desestabilización de los países bálticos, en su estrategia de ir probando a Occidente.

¿Por qué los metrosexuales malotes dan el pego mediático: Iglesias, Varoufakis?
Los estafadores dan el pego, y Varoufakis lo es. Y encuentran eco, con sus mentiras, como Iglesias y Monedero en determinado medios y periodistas. El pensamiento débil es la gran arma de la izquierda en los países más incultos y menos estructurados. En países como España donde triunfan demagogos como Jordi Évole o Gran Wyoming que son el antiperiodismo.

¿Qué piensa de los inmigrantes ahogados en el Mediterráneo, son la vergüenza de Europa, víctimas del sistema?
Al margen de la tragedia humana, sin duda terrible, me sorprende el escándalo de algunos, como si Europa tuviera la culpa. Nadie muere ahogado huyendo del capitalismo, mueren ahogados los que huyen de la miseria, de regímenes totalitarios, de sociedades fracasadas, de países árabes o africanos, y suelen ser víctimas de mafias y traficantes. Y son utilizados por los islamistas. Libia, por ejemplo, es cabeza de puente del terrorismo islamista y de los emigrantes que envía a Europa. Todos intentan llegar al capitalismo. Pero las sociedades democráticas tienen que defender sus fronteras y regular la inmigración si no quieren acabar en un caos parecido al existente en los países de los que huyen los inmigrantes. La inmigración descontrolada puede acabar con la democracia primero y con el estado de Derecho, las leyes, la convivencia y la paz.

¿Es el Estado Islámico (IS) la principal amenaza contra la paz mundial o también Putin, Irán, Corea?
Todas ellas son amenazas, pero lo más inquietante es la debilidad de Occidente, de Europa en primer lugar, y después la introspección de EEUU, con un Obama que es un fiasco.

Y la posibilidad de Hillary Clinton…
Hillary Clinton no es Obama precisamente, pero no sé si tiene muchas posibilidades de llegar a la presidencia, incluyendo la edad. Por otro lado, estaríamos otra vez con otra dinastía (primero los dos Bush ahora los dos Clinton). Personalmente me da bastante pereza.

No hay líderes en Occidente… qué lejos quedan Kohl, Thatcher, Reagan.
Ese tipo de liderazgo no existe hoy, lo que ahora tenemos es un páramo de jefecillos de partido que gobiernan países mirando a las encuestas. Merkel está asumiendo el papel de cabeza en la UE no porque sea líder sino porque el peso de Alemania es decisorio y porque no hay otros. Más que liderazgo lo suyo es cautela, una cauta solidez.

¿Benedicto XVI o el papa Francisco?
Yo tengo debilidad por Benedicto, en parte porque soy de origen germánico y cultura germánica, y también por su profundidad, su maravillosa valentía intelectual, pocos personajes se han dado a lo largo de mi vida que fueran tan profundos y fascinantes como Benedicto XVI. También he sido un entusiasta seguidor de Juan Pablo II, que fue clave en la caída de los regímenes del Este. Viví momentos inolvidables de emoción en la Europa de los años ochenta con aquel gran hombre que era Wojtyla, Yo diría que el papa Francisco tiene algo de peronista, de populista, de recetas fáciles y mediáticas, es un papa más acorde para este tiempo, pero yo no me considero ni representativo ni demasiado entusiasta de este tiempo, de un zeitgeist tan liviano.

¿Qué haría usted si le nombraran ministro de Asuntos Exteriores?
Intentar lograr peso internacional, peso en la Unión Europea del que España hoy carece. Hizo mucho daño Zapatero; y Rajoy, aunque mejoró el trato en la UE, no ha paliado nuestra irrelevancia en el mundo. Peso también en América Latina, defendiendo los intereses de España ante quienes nos agreden como Venezuela (aunque ahora mismo estamos siendo algo más duros y enérgicos ante los ataques de Maduro). Apostar decididamente por la libertad de mercado, por la innovación, por la TTIP (Asociación Transatlántica por el Comercio y la Inversión) que se está negociando ahora; apostar también por seguridad transatlántica. Por la defensa de la sociedad abierta frente a las nuevas ofensivas totalitarias.

Defíname a estos personajes, Raúl Castro.
Continuidad totalitaria.
¿A pesar de todo?
A pesar de todo.
Putin.
El matón global.
Rajoy.
Indolencia.
Loyola de Palacio.
Mi prima, gran señora, servicio público, grandeza política.
Claudio Magris.
Poesía danubiana, uno de los que mejor entendieron el alma de la Mitteleuropa.
Gran Wyoming.
Miserable.
Willy Toledo.
Nada.
Juan Luis Cebrián.
Brujo del poder y del cinismo.

ALFONSO BASALLO - Doctor en Comunicación. Periodista y escritor. Coautor de 'Pijama para dos'.

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sábado, 25 de abril de 2015

IRA «Días de ira» de Hermann Tertsch

Por IGNACIO RUIZ-QUINTANO
  ABC  Sábado, 25.04.15


«La ira como forma bancaria de la revolución, un banco de la ira entendido como depósito de explosivos de tipo moral y proyectos de venganza»

La ira es asunto de la cultura alemana, o por ahí. Hermann Tertsch, compañero de páginas y de generación, publica «Días de ira», un ensayo-thriller periodístico de estos años de España.
–Acojamos el tiempo tal como él nos quiere –es la cita de Shakespeare («Cimbelino») con que Stefan Zweig («tres veces me han arrebatado la casa y la existencia») encabeza sus memorias de europeo: «El mundo de ayer».
En los «Días de ira» de Tertsch está la estupefacción sentimental de «El mundo de ayer» de Zweig, cuyo tema es la hecatombe moral sufrida por su generación («y desde tamaña altura espiritual»), y la curiosidad intelectual de la «Ira y tiempo» de Peter Sloterdijk, que indaga en la ira como forma bancaria de la revolución, un banco de la ira entendido como depósito de explosivos de tipo moral y proyectos de venganza, susurrada en esta observación de Stalin:
–Elegir a la víctima, preparar cuidadosamente el golpe decisivo, calmar inexorablemente la sed de venganza y echarse a dormir a continuación… No hay en el mundo nada más dulce.
De mi juventud lectora me quedan dos relatos (a contrapelo del «mainstream» socialdemócrata) que siempre me han fascinado: la conquista de Bernal Díaz del Castillo y la democracia americana (no hay otra) de Alexander Hamilton, que la inventó como Colón descubrió América, sin saberlo. Los comunistas («¡proafganos!», se decían) de mi clase, hoy liberales, todavía te llaman facha, si les hablas de representación del elector y separación de poderes.
Mi idea de la Santa Transición es menos golosa que la de Tertsch (quizás porque él la recuerde desde la Europa del socialismo real), pero su libro, con páginas bellísimas sobre su relación con su padre, es un viaje a contramano por las grandes cuestiones de esta época, en cumplimiento del gran consejo vital de Thomas Bernhard: cuando hay cien que marchan en una dirección, el centésimo tiene que ir evidentemente en la dirección opuesta.
Sin preguntarse por qué.

ECKEHARDT TERTSCH «Días de ira» de Hermann Tertsch

Por RAMÓN PÉREZ-MAURA
   ABC  Sábado, 25.04.15


No muchos tienen valor para ejemplificar con los errores de los suyos los que perpetró la mayoría de sus compatriotas

COMO el propio autor comentaba ayer en esta misma página, esta semana se ha publicado su libro «Días de ira». Es un muy duro ensayo sobre la evolución de España tras la barbarie del 11-M y hasta nuestros días. Un crimen que se llevó no solo tantas vidas, sino que también fue aprovechado para acabar con la convivencia superadora del pasado que se gestó en la Transición y de la que Zapatero nada quería saber. Y sus alumnos aventajados de Podemos, menos. Una reflexión que a nadie dejará indiferente. Pero lo que a mí más me ha impresionado del libro es el paralelismo que hace Hermann Tertsch entre la España de la hora presente y la Alemania de la década de 1930.
Con un gesto de honestidad intelectual difícil de superar, Tertsch ejemplifica el auge del nazismo alemán y la forma en que subyugó a las clases medias educadas y cultas en la persona de Eckehardt Tertsch, su padre. Que en este país –llamado España– en el que parece que nunca hubo franquistas porque se evaporaron de la faz de la Tierra en noviembre de 1975 alguien se atreva a narrar en 2015 el paso de su progenitor por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán demuestra una hechura poco común. No fue un nazi de la primera hora. Antes al contrario, era un anglófilo, graduado en el Theresianum de Viena y miembro de la Unión Paneuropea del conde Richard Coudenhove-Kalergui, donde era compañero de militancia de gentes como Albert Einstein, Thomas Mann o Sigmund Freud. Y fueron gentes como él las que cayeron bajo el influjo de los nazis y creyeron en su promesa de orden frente al caos de la República de Weimar o la realidad de la Austria enanizada después de que Clemenceau proclamara en Versalles que « L’Autricheserácequireste ». Entonces se hablaba de «democracia decadente» y se descalificaba este sistema político con argumentos que apenas distan milímetros de los que hoy emplean los nuevos totalitarios cuando hablan de la «lacra del bipartidismo». Y una mayoría de gente ilustrada les siguió. Y lo hizo sin que Hitler y su partido contaran para llegar al poder con un duopolio televisivo dedicado a tiempo completo a jalear su intento de acabar con el sistema.
Tertsch no intenta reivindicar la figura de su padre ni perdonarle el haber sido nazi ni aunque Eckehardt conspirara para asesinar a Hitler y pasara el final de la guerra prisionero en el campo de Sachsenhausen. Todo lo más, en una escena conmovedora, relata cómo vio llorar a su padre la madrugada del 24 de enero de 1965, cuando despertó a sus tres hijos y los cuatro juntos escucharon en la BBC, de pie en medio del salón de su casa de Maestro Lasalle 32, de Madrid, el largo obituario por la muerte de sir Winston Churchill.
No hay mucha gente que tenga el valor necesario para ejemplificar con los errores cometidos por los suyos los que fueron perpetrados por la mayoría de sus compatriotas. Y debe de ser especialmente difícil hacer eso cuando estás constantemente en el disparadero de los nuevos totalitarios de nuestro tiempo. Y cuando escribes un libro en el que hay crítica para todos. En verdad la hay para tantos que mientras escribo este artículo en el AVE tengo sentado a mi lado uno de los que se llevan un mandoble. Pero es, por encima de todo, una muestra de insobornable integridad intelectual ante la que hay que rendirse, tanto en lo que se comparte como en lo que se disiente. Porque alguien que ya antes de éste escribió un ensayo titulado «Libelo contra la secta» corre el riesgo de cumplir la cita de Ramiro de Maeztu fechada en 1936: «Me aplastarán, como a una chinche, contra mis libros».