Por HERMANN TERTSCH
ABC 20.05.10
LA cosa sería graciosa si no fuera tan reveladora de nuestra
actual situación. La cosa tendría coña si no fuera tan patética y peligrosa la
deriva. Resulta que nos llega un chiquilicuatre boliviano iletrado, vendido y
comprado, inepto y siniestro a España, un tal Evo Morales, y acusa aquí, en
España, al partido principal de la oposición de organizar algo así como un
golpe de Estado en su país. Y lo hace aquí, insisto, en España. Son muchos los
chiquilicuatres que nos insultan desde hace unos años desde los países más
fracasados de Latinoamérica porque consideran, y ahí probablemente lleven
razón, que en este país no pueden recibir respuesta de esos políticos que
tienen enfrente, es decir aquí, es decir en La Moncloa y en el Palacio de
Santacruz.
Llevamos seis años mostrando ojos tiernos a lo peor de aquel
subcontinente, haciendo «lobby» y presentándonos como amiguetes de las peores
miserias populistas, indigenistas, racistas, protonazis y comunistas de allí.
Hemos hecho el ridículo más total porque estadistas dignos, entre ellos -mala
suerte ministro Moratinos- una señora que nació y vivió en un régimen comunista
y sabe lo que la gentuza es capaz de hacer. Es Angela Merkel, quien, como
tantos otros responsables europeos siente cada vez mayor desprecio por quienes
dirigen la política exterior española, empezando por supuesto por nuestro Gran
Timonel. Por su ignorancia y su profunda falta de principios. Pero también
porque supone un auténtico atentado contra los intereses de nuestro país y de
Europa a medio y largo plazo.
Que un individuo como Evo Morales venga aquí a insultarnos
en los foros públicos es un escándalo mayúsculo. Pero, por supuesto, aquí no
pasa nada. Dictadorzuelos de medio pelo llegan a España a dar consejos como ese
iletrado que es Evo Morales, presidente de Bolivia por gracia de Hugo Chávez,
ese milico golpista, otro iletrado en Venezuela. Y los Castro, unos dictadores
asesinos en Cuba. Nos da lecciones la peor chusma del mapa mundi.
Nos llama el gran mandarín de la dictadura china para darnos
lecciones de economía. Nos amenazan e insultan, un día sí y otro también,
personajes como la impresentable presidenta de Argentina con su consorte. Que
opinan sobre nuestro Tribunal Supremo durante una visita oficial a España.
¡Cómo es posible todo esto! ¿Cómo hemos caído tan bajo como para que no haya
una respuesta masiva a este insulto de una señora tan dudosa en todo como doña
Kirchner agitando, durante una visita oficial en España, contra la máxima
magistratura española? Que Barack Obama y Angela Merkel asuman el control de la
economía española no es hoy por hoy signo de alarma sino de tranquilidad.
Porque nos protegerán de nuestros gobernantes actuales. Pero la humillación que
suponen todos esos don nadies de la Cumbre -que no ha sido nada- opinando sobre
nuestra justicia, nuestros derechos, nuestra historia y nuestros partidos y
electores deberían haber generado una ola de furia. No pasa nada.
Dinos con quién andas y sabremos quién eres. Nunca hubo
mejor fórmula con la que explicar la miseria moral, el desbarajuste total, el
caos, la ideologización y, peor aún, la insolvencia profunda de nuestra
política exterior. Eso sí, estamos cosechando lo sembrado. Nuestra política
exterior, de debilidad, entreguismo, oportunismo y tantos errores como han
podido cometer Zapatero, Moratinos y la inefable vicepresidenta De la Vega
tiene su precio. En África nos chantajean. Nuestro vecino marroquí se parte de
risa y exige territorio español, los chinos nos regañan, los norteamericanos
nos avisan ellos de que nuestros socios europeos están de nosotros hasta los
tirabuzones. Tan hartos de nosotros que le encargan al propio Obama que nos lo
comunique. En fin, señoras y señores, sabía que teníamos un Gobierno de
incapaces. Lo que no quería reconocer es que los hemos convertido en un país de
incapaces para el mundo.
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