lunes, 18 de agosto de 2014

LAS ARMAS Y LA PAZ

Por HERMANN TERTSCH
ABC 29.07.09


No sé yo si con la maña que le va quedando a nuestro ministro de Asuntos Exteriores, va a conseguir éste esos grandes contratos para la industria española que, según Aló Zapatero -95% de la televisión en España- generarán miles de puestos de trabajo para los españoles. Se fue a Venezuela acompañado por representantes de empresas que buscan mercados aunque sea en el infierno. Éstos le sirven de coartada al ministro en este vergonzoso viaje. Así el Gobierno les debe un favor. Eso nunca es malo cuando la gran empresa se sabe tan vulnerable a los caprichos del poder. Quieren hacer negocios en una jungla sin ley como Venezuela. Puede que hayan llegado a la conclusión de que no van a encontrar menos seguridad jurídica que en casa. Allá ellos.

Pero hay un capítulo especial. Es el negocio de la venta de armas. También genera puestos de trabajo. No seré yo el que reproche a Zapatero que bajo su mandato la exportación de armas haya alcanzado un nivel sin precedentes. Uno de los pocos insultos que aun no he recibido es el de pacifista, esa figura que siempre exige se desarmen las democracias para dejarlas inermes ante los matones de la historia. Las armas no son ni buenas ni malas. Depende siempre de quien las tenga. Los muy pacifistas suecos se han enfadado, dicen, porque armas modernas que vendieron a Venezuela han aparecido en manos de los terroristas de las FARC. Nuestro Gobierno, repleto de «fans» de un asesino como el Ché y de simpatizantes de un movimiento totalitario como el «bolivariano» puede caer en la tentación de seguir armando a quien arma terroristas y amenaza con invadir a sus vecinos. Alguien debería disuadirle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario