ABC 11.08.09
¡MENUDO agosto! Todo el mundillo político español deseoso de
desaparecer del tantas veces grotesco escenario público, un par de semanas al
menos, aun a costa de cederle el espacio publicitario en prensa e informativos
a nuestra querida Maritere, nuestro moderno híbrido de Florence Nightingale,
Paquita la dinamitera y, hoy por hoy, la primera gran mecenas con dinero
público «a nivel planetario». Pero no hay forma de tranquilidad agosteña para
nadie. Ni de siesta, con o sin orinal, pijama y padrenuestro. Y es que ya no
hay cuartel y los frentes se multiplican. Acecha el otoño y cada vez son más
los que están en la intemperie que evocaba el poeta de Heinrich Heine. Y ETA
quiere estar presente en esta historia de desesperanza.
Hay un dicho en este país -«La policía no es tonta»- que se
utiliza tanto con ironía como sin ella. Pero desde ayer hay una variación de la
misma, quizás la más mordaz, que es hiriente para toda nuestra sociedad y que
fue durante todo el día el titular principal de la edición digital de Der
Spiegel, la revista política alemana más leída y de mayor repercusión. Rezaba:
«ETA toma el pelo a la policía española». Todos sabemos que esto no es verdad.
Todos sabemos de las enormes dificultades con que se encuentra la Policía en su
labor en unas condiciones como las que se dan en una isla grande hacinada
-todavía- de visitantes. Pero un hecho incontrovertible es que la idea se ha
producido. Y es difícil creer que sólo en la redacción de Der Spiegel. Mala
señal. Por supuesto no seré yo el que escale la cumbre de las maldades y
demagogias para sugerir que la Policía en las Islas Baleares está dedicada a
otras cosas. Y que el Gobierno dicta sus prioridades según le conviene a su
política, de un día para el otro. Por ejemplo detener y mantener en los
calabozos inútilmente a unos miembros de la oposición sospechosos de unos
delitos de apropiación o malversación. Todo ello un día después de que la secta
político-mediática del izquierdismo viera cómo se le hundía su enésimo intento
de destruir al partido de la oposición utilizando conjuntamente instrumentos
del estado, medios adeptos o postrados, jueces socialistas militantes.
Comprendemos que en este Estado sea imposible ya llamar a declarar al
vicepresidente Chaves por la subvención que dio a la empresa de su niña, pero
todos saben que los detenidos y gratuitamente humillados en Mallorca habrían
estado el lunes en su casa y habrían acudido a comisaría o al juzgado.
Que el Gobierno utiliza a la Policía y a la Fiscalía para
intentar anular la posibilidad de una alternancia política es ya mucho más que
una sospecha. Que para ello voluntad es muy útil conocer las comunicaciones
confidenciales del enemigo a batir, es evidente. Las pruebas contundentes de
que se escucha a políticos, empresarios, periodistas solo las habrá cuando los
que dirigen las operaciones de escucha de los socialistas cambien de amo.
En fin, un verano aciago en el que los españoles, en
vacaciones o no, están angustiados ante un clima que es el peor posible para un
otoño que puede traernos un tsunami de desempleo jamás visto, un aumento
rampante de la pobreza y quizás de la violencia. Mientras, da la impresión de
que solo hay dos españoles que no están de vacaciones sino veranean al estilo
antiguo. Uno, el jefe de la oposición, gallegueando. El otro, en La Maretta,
jugando a jefe del estado. Esto es peor de lo que parece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario