lunes, 2 de marzo de 2015

TIEMPO ACIAGO

Por HERMANN TERTSCH
  ABC  06.05.08


LA melancolía nunca ofrece solución a los problemas. Por definición, los genera y multiplica. Conviene huir de su dulzura seductora. Pero sólo son capaces de sentir melancolía quienes tienen al menos un soplo de nobleza en el alma. Quienes carecen del mismo no son, en principio, culpables de nada porque la nobleza de carácter es un don como la fe. Lo acaban siendo cuando impostan atributos que les han sido negados. Innumerables -más o menos auténticos- han sido los elogios que ha recibido después de muerto el ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo. Casi tantos como vilezas y afrentas que sufrió durante y después de su mandato. Da pudor alinearse en tanta letanía de muchos que carecen de todo lo que elogian y solo quieren fagocitar al muerto y su prestigio. De la gratitud, el respeto y el afecto que le tuvimos tantos, sabe su familia. Él disfrutaría con sus necrológicas.
Partamos por tanto de la dignísima vida conclusa de un hombre de honor hacia la cochambre. Es una crónica breve sin más diagnóstico que la lucha contra la melancolía. Mientras el presidente del Gobierno actual, el dinamitador de la Transición y la Constitución, pronunciaba su vacua aportación de elogios a don Leopoldo -nuevo alarde de su capacidad de solemnizar la nada-, conocíamos nuevos detalles sobre el estado de la Nación (?). El Tribunal Constitucional está madurito para santificar la trapacería jurídico-política del Estatuto de Cataluña. Vistas las maniobras y presiones de estos años que han llevado al TC a humillarse ante el Ejecutivo dan ganas de agradecer al juez Baltasar Garzón que no cambie sus criterios por miedo sino por ese interés personal que tanto coincide con el de los gobernantes. Porque los cinco mil abertzales (¿o etarras, juez Garzón?) que se reunieron el sábado para defender a su alcaldesa de ANV, doña Inocencia (sic) Galparsoro tienen al menos una pregunta que es la misma que la de millones de españoles: ¿Por qué -según Garzón, la vicepresidenta y el fiscal general- la candidatura de Inocencia hace un año era impecable hace un año y hoy merece mazmorra?
La presencia de Inocencia en Mondragón -como todas las alcaldías de ANV-, se debe a la comunión de intereses políticos que Zapatero y ETA han considerado tener durante más de tres años. Las malas alianzas se rompen bruscamente. Santiago Carrillo por ejemplo, fue aliado del jefe de las SS, Heinrich Himmler, durante los dos años que duró el Pacto Stalin-Hitler entre 1939 y 1941. Le podía haber dicho Carrillo a Zapatero que estas cosas tienen peligro. Pero Z consideró provechoso para sus fines que ETA volviera a las instituciones y tuviera seis millones más de ingresos directos del erario público. ¿Cómo le iba a molestar que unos piratas terroristas de Somalia se hicieran con 1.200.000 dólares, entregados en mano por el CNI, para comer y ampliar negocio? ¿Y la oposición? En desbandada los demonizados por la secta y bunkerizados los que carecen de más instinto que el de la supervivencia. Así las cosas, nadie negará que un hombre de honor puede morirse de asco, de pena o de melancolía.

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