miércoles, 17 de septiembre de 2014

INTERCLASISMO TV

Por HERMANN TERTSCH
ABC  09.09.09


No podía ser de otra forma en este país en el que la envidia es el sentimiento supremo y el victimismo la moda imperecedera. Me refiero al entusiasmo que ha generado en muchos medios el hecho de que los actos vandálicos de Pozuelo se produjeran en una población de clase media alta, «en un pueblo rico». Surge el perezoso ingenio para forjar términos como «pijoborrokas» o «pijolandia». En comentarios y titulares se plasma el regocijo. Los «ricos» han vivido ambiente de Cañada Real y los culpables son sus hijos, de colegios de pago o, mejor aun, religiosos. Para mí, la novedad de Pozuelo está en el gregarismo violento, pero también en el carácter interclasista de la horda. «Pijos» cargaron contra la policía unidos a jóvenes de toda condición, incluidos marginados sucesores del «Cojo Manteca». Toca buscar razones a este movimiento interclasista de adolescentes descerebrados. Les daré una pista. Vean las series televisivas que ven todos ellos, ricos y pobres. Lo peor en las mismas no es que los héroes duerman siempre en calzoncillos usados. Ni que todas las adolescentes quieran parecer la más puta para acostarse con el guapo traficante de cocaína. Ni que la profesora lesbiana seduzca a una alumna menor. Quien no sea soez e intente ser distinto es un carca o le llaman Aznar o Bush. Toda autoridad es intrínsecamente fascista o castrante. Y todos los protagonistas buenos son víctimas del sistema que es frustrante. Hay muchas más razones para lo que está pasando con la juventud. En casa, en el colegio y en la calle. Se harán sesudos análisis al respecto. Pero éstas son algunas y las tienen a diario en sus pantallas.

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