miércoles, 24 de septiembre de 2014

TONTO ÚTIL DE LA SINIESTRA ALIANZA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  15.09.09


CUENTAN que el empresario venezolano Gustavo Cisneros, no sin motivo amigo de Felipe González, tuvo recientemente una conversación poco amable con nuestro presidente. Fue a La Moncloa con ánimo de intervenir ante Zapatero para impedir la faena que éste iba a hacerle -y le hizo- al Grupo Prisa. Llegó a instancias de González y del patrón de éste, el magnate mexicano Carlos Slim. La cosa no salió. Al final, Cisneros le dijo a Zapatero cuatro verdades. Dichas en otras palabras son estas. Que en las relaciones internacionales juega el papel propio de un chico de León que no habla idiomas. Que él no invertirá ni un euro en España porque recuperarlo es casi quimera. Que España va camino a la ruina. Y que si quiere ser «el Chávez de Europa». ¡Qué pena que Prisa, González, Slim, Cisneros, Almunia, Sevilla, Solbes y tantos otros, que tanto pudieron hacer para evitar el desastre, lo intenten cuando es demasiado tarde! Porque el Gran Timonel ya no escucha a nadie, ni dentro ni fuera de La Moncloa. El País anunciaba ayer «desconcierto» en el PSOE. «Zapatero toma cada vez más decisiones en clave absolutamente personal. Antes consultaba algo, ahora casi nada», dice el amigo defraudado. La falta de coraje de políticos y fuerzas sociales para pararle los pies al pequeño Nerón, la impotencia de la oposición y la desestructuración de esta sociedad (in)formada por basura tóxica, convierten nuestra crisis en tragedia nacional.

Pero hay otras aventuras del Gran Timonel que deben aterrarnos tanto como nuestra creciente pobreza y descomposición como estado moderno. Nuestro desprestigio entre las democracias desarrolladas va parejo a los intentos de dictaduras de integrarnos en sus estructuras. Zapatero ahí se siente cómodo. Los más ilustres invitados en estos días en España han sido Hugo Chávez y Evo Morales, dos caudillos seguidores de la Cuba castrista -nuestra dictadura favorita-. Don Hugo llegó de Rusia y don Evo sigue camino hacia allá. Ambos para comprar armas y reforzar una alianza entre países que tienen en común la falta de libertades de sus ciudadanos y su voluntad de coacción sobre democracias soberanas. Ayer Zapatero se fue a Rusia como invitado estrella de una espectral Conferencia sobre «Estado Contemporáneo y Seguridad Global». El objetivo de dar libertad a Rusia para restaurar su hegemonía sobre lo que fue la URSS, dejando a Georgia, Ucrania y otros a su merced. El chantaje recaería pronto sobre Centroeuropa. Y de extender el «nuevo socialismo» por Iberoamérica y el Tercer Mundo. Irán también participa a través de Chávez. Zapatero es el perfecto «tonto útil» para esa nueva alianza totalitaria. Despreciado en las democracias, vulnerable al halago de los dictadores. Por eso, no sólo estamos ante el hecho casi consumado de nuestro desenganche del tren del progreso europeo sino en el umbral del ingreso en una siniestra alianza contra la libertad y la democracia.

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