ABC 10.09.07
Habrá que reconocer que el corredor por la nada -el que no
deja huellas en la playa y, sin embargo, ha rasgado la legislatura con un
profundo surco que se va llenando de cascotes de las instituciones del Estado de
Derecho-, no miente cuando asegura tener «baraka» (buena suerte). Por esta vez
no miente. Ayer ETA, en un comunicado de esos que los socialistas acostumbran a
despreciar cuando reclaman el cumplimiento de las promesas incumplidas en las
conversaciones clandestinas para coordinar intereses, le daba el primer gran
espaldarazo electoral a su interlocutor favorito. Dice ETA que se ve obligada a
poner más bombas a los españoles porque Zapatero los quería engañar y en
realidad pretendía su «rendición». Que Zapatero quisiera engañar a los
terroristas no sorprenderá a nadie y viene a equipararlos en el trato otorgado
por parte del presidente del Gobierno a interlocutores más decentes. Pero a los
menos generosos con el muñidor de realidades de Moncloa, la afirmación de ETA
nos suena al muy británico «he could kill us with his kindness» (nos mataría a
amabilidades). Están pidiendo mejor disposición la próxima vez, después de las
elecciones, amabilidades pero con contenido. ETA seguirá indicando la actitud
que desean en la Moncloa, aquella que, transmitida por el PSE durante tres
años, satisfizo tanto y creó las expectativas que llevaron a pactar la tregua.
Se queja de que Zapatero, ante la resistencia externa y el miedo propio a
efectos electorales, no cumpliera. No podía. Pero, como a Zapatero, se le notan
a ETA las ganas de la nueva oportunidad. Otra vez será.
Por desgracia para quienes creen que Zapatero en el poder es
mucha mayor amenaza para la democracia española que ETA, la baraka del
presidente funciona. Su único adversario, el PP, ha hecho lo imposible por
asumir un protagonismo negativo que debía haber recaído en aquella obscena
traición a los demócratas y en las primeras pruebas de que el socialismo y el
nacionalismo se han convertido en lastres insoportables para una sociedad
tendente al desarrollo y la modernidad en igualdad. Este armazón de ideas peregrinas
del izquierdismo y subcultura identitaria, interpretados y aplicados por
individuos refugiados en la ideología para huir de la menesterosidad a la que
están condenados en una sociedad abierta de libre mercado, comienza a tener
efectos muy evidentes sobre la calidad de vida y la libertad de los españoles.
Los líderes del PP mientras se pelean por echar los dados cuando está claro que
si pierden, la mesa del próximo juego tendrá más trampas que un casino de Hugo
Chávez o unas elecciones bajo Mohammed VI.
Arma arrojadiza contra el PP
Para darle un alivio más al gran Joker de la baraka, unos
demócratas españoles han decidido poner patas arriba el orden de prioridades de
la oposición frontal a la deriva hacia la fragmentación del Estado de Derecho,
la liquidación de libertades y la aceptación de la experimentación social que
encarnan la supremacía del socialismo y el nacionalismo bajo Zapatero. Por
supuesto, aplaudamos toda nueva opción democrática. Mucho más una que encabeza
alguien como Rosa Díez que ha simbolizado, casi en solitario ante la vergonzosa
falta de coraje de tanto socialista, la idea de una izquierda nacional
solidaria frente a la inanidad e inmoralidad de Zapatero. Pero la baraka vuelve
a asomarse cuando se constata que, desde su presentación, la nueva UPD, es ya
un arma arrojadiza contra el PP, el único partido que ha defendido, en las
peores condiciones, las ideas que dice representar la nueva formación. La
prioridad de arrebatar el poder al jefe de Gobierno que más daño ha hecho a la
democracia y a la convivencia en tiempos de paz, no parece ser asumida por
otros líderes del nuevo partido. Nadie les pide la coherencia de Rosa. Y
resulta explicable aunque triste la equidistancia de muchos respecto a quienes
tenían razón y quienes no ante la inaudita operación de un jefe de Gobierno
buscando acuerdos clandestinos con una banda terrorista para beneficio mutuo.
Pero resulta insoportable que ya se hayan unido tantos al coro de mamporreros
de Moncloa y Ferraz con su mismo lenguaje.
Es cierto que el zapaterismo mediático ha sido mucho más
cicatero con UPD que los medios conservadores y liberales. La secta es así. Se
verá pronto si en este nuevo partido hay algo más que errores generosos,
vanidades y narcisismos encumbrados, malentendidos y maniobras. Jon Juaristi y
Mikel Azurmendi nos daban claves decisivas ayer. Para quienes consideren su
máxima prioridad acabar con la nefasta singladura de Zapatero y sus tropa no
parece haber en todo caso sino una opción clara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario