jueves, 30 de enero de 2014

PACTO DE SILENCIO

Por HERMANN TERTSCH
ABC 20.09.07


Los gobiernos de estos dos vecinos, que nunca han firmado un acuerdo de paz en seis décadas jalonadas de guerras e incidentes armados, están de acuerdo -por motivos bien diferentes- en que no se sepa el verdadero alcance de una operación militar israelí que, iniciada el 6 de septiembre, atacó y destruyó unos objetivos indeterminados cerca de la frontera con Irak. Después del incidente, los mandos militares de ambos países estaban preparados para cualquier eventualidad, incluido el ataque abierto del enemigo y la proclamación general de hostilidades. Dos semanas después, estos dos vecinos tan bregados en aguantar tensiones, parecen haber acordado que les conviene a ambos pretender que el ataque ha sido un incidente aislado.

En realidad todo indica que ha sido todo menos eso y que la misión tiene mucho que ver con la situación general de Oriente Medio y puede tener un gran efecto sobre la misma. En un momento en el que Irán no muestra ninguna intención de acatar las resoluciones que le exigen parar su programa nuclear, que le puede dar acceso en dos o tres años a una bomba atómica -cuyo principal objetivo declarado es el Estado de Israel-, es difícil pedirles paciencia a los israelíes. Pese a su censura militar y a las obvias ganas de Washington de que Damasco no se crea en la necesidad de reaccionar, surgen tercas informaciones de que el objetivo destruido eran instalaciones de armamento «no convencional», lo que sugiere que podríamos encontrarnos ante una operación de similar calibre a la que destruyó en 1981 la central nuclear iraquí de Osirak.


Gestos frente a Irán


Las discrepancias entre la UE, EE.UU. y la Rusia de Putin respecto a la forma de afrontar esta amenaza de Teherán han alcanzado nuevas cotas tras el fracasado encuentro entre los jefes de la diplomacia de Moscú y París esta semana. Al mismo tiempo, la decisión de Israel de declarar Gaza como «entidad enemiga» responde a la lógica que se ha generado tras la liquidación política y militar en la franja de todo vestigio de la autoridad palestina. Que Irán ayer amenazara de nuevo con atacar a Israel por esta decisión sólo confirma que la situación es muy fluida y que nuevos y decididos gestos frente a Irán urgen porque cualquier día puede pasar cualquier cosa.


Descartado está ya que el ataque del día 6 fuera una operación -como las habidas en otras ocasiones- contra el flujo de armamento desde Irán o de la propia Siria para el suministro militar a Hizbolá en Líbano que las fuerzas de la UNIFIL están lejos de estrangular como debieran, según su mandato. Y cada vez son más las noticias -lentamente filtradas por círculos israelíes y de la administración norteamericana, avisada previamente- que apuntan a la destrucción de suministros de armamento no convencional llegado por Irán y procedente de Corea del Norte. De ser cierto, habría aquí dos importantes noticias para la seguridad occidental. La mala estaría en la confirmación de la intención de Corea del Norte en ampliar -en contra de sus aseveraciones- la proliferación nuclear en Oriente Medio. La voluntad de Irán en este sentido está fuera de duda al ser pública y manifiesta.


La buena noticia estaría en que la operación militar israelí tuvo éxito y supone un serio revés para los planes -sean cuales fueren- de Teherán y Damasco. Así, el misterioso acto de guerra que Siria denunció en un principio ante el Consejo de Seguridad de la ONU pero que después parece querer olvidar, puede haber sido una de esas operaciones brillantes que Israel necesita después del muy magro balance de la guerra del Líbano hace catorce meses y los negros nubarrones que para la seguridad general en la región se ha convertido el conflicto endémico de Irak y el incremento de la influencia de Irán. Estos hechos que podrían llevar a una intervención militar contra Teherán pondrían a Israel en la primera línea de fuego con dos frentes abiertos en Gaza y Siria. Que Damasco haya aceptado de momento este golpe sin escalada y con este pacto de silencio es un éxito israelí sin duda. Pero en absoluto despeja los peligros para los próximos meses.

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