domingo, 13 de julio de 2014

CHEQUE PARA LA HISTORIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  12.11.08


Ya saben ustedes que ahora ya en España el dinero público no es de nadie. Y lo quieren todos. Por eso considero una idea espléndida gastarlo rápidamente, siempre que sea de forma vistosa. No vaya a trincarlo alguien antes. Ya saben que aquí el que no corre vuela. Si no llegamos a invertir sabiamente 20,35 millones de euros en decorar la cúpula de una sala en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, corríamos el riesgo de dilapidar este dinero tan decente en mil cosas importantes pero no existenciales. Como en tuneados de despachos o coches oficiales. O en nóminas y sedes para cien organizaciones con vocación de explicarnos el mundo, desde el origen catalán del guacamole al acento del vascuence de Copérnico, los antepasados guanches de Duke Ellington o el carácter librepensador andaluz de Almanzor. Coincidirán conmigo en que ahora el dinero está a salvo. Si pagamos impuestos para financiar a tanto artistilla, pintamonas y desgarramantas al servicio del movimiento de la Zeja, nada más justo que pagar bien a un gran artista como Barceló. Y qué menos que un gesto generoso a esa organización del Bien que es la ONU. Tan dispuesta ella no sólo a recibir esta ofrenda multicolor abovedada sino todo nuestro dinero que el Gobierno quiera darle a cambio de sello y membrete para la Alianza de Civilizaciones o un barniz multicultural a la próxima ocurrencia del Gran Timonel. Era lógico por tanto que se desviaran para ello Fondos de la Ayuda al Desarrollo. El día 18, bajo bóveda, tendremos la foto de Zapatero con Ban-Ki Moon, un coreano espabilado, socio suyo en estas empresas. Juntos nos demuestran que con nuestros cheques se puede hacer historia.

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