ABC 18.11.08
NO seremos nosotros, los mejorpensantes, los que nos vayamos
a creer los terribles infundios que parecen surgir directamente de la caverna
de Sor Maravillas, iracunda por cuestiones de su placa. ¿Quién, más allá del
peor de los infames nostálgicos de asesinatos de poetas, paseíllo de peones y
linchamientos de olivareros, puede tener sospechas tan viles? ¿Cómo puede
alguien suponer cierto algo que presupone semejante cálculo siniestro? ¿Qué ha
llevado a compatriotas nuestros -los peores, se da por hecho- a desconfiar
tanto de sus poderes legítimos como para albergar tan aviesa duda sobre
probidad y decencia del Gobierno? Tanta cuestión doliente se debe a los
resultados de una especie de prueba sociológica que se ha puesto en marcha por
sí misma, que revela una falta de confianza absoluta y cuyos resultados
deberían hacer meditar tanto a los poderosos como a sus seguidores y a sus
adversarios. Incluso ante noticias tan espléndidas como la detención del etarra
Txeroki y la satisfacción que a todos produce, no se aplaca el síndrome de la
suspicacia de la población tantas veces engañada.
La
sospecha tiene una formulación inocente. Se podría formular de la siguiente
forma en pregunta al encuestado: ¿Cree usted que Txeroki habría sido detenido
antes del lunes si no se hubiera celebrado durante el fin de semana la Cumbre
de Washington que, debido a la presencia del presidente Zapatero, ha sido la
noticia omnipresente en todos los medios públicos y privados de España? También
se puede formular de otra forma. Más maliciosa. ¿Cree usted que el Gobierno
español ha retrasado deliberadamente la detención del terrorista Txeroki para
que esta espectacular noticia no eclipsara el inmenso despliegue de propaganda
de consumo interno desplegado por Zapatero, su gobierno y su partido en la
Cumbre de Washington? Hay más. ¿Considera Usted razonable que, por el bien del
éxito publicitario del presidente Zapatero, se retrase la detención de un
destacado terrorista, para que encaje bien en la agenda publicitaria
gubernamental? Es decir, que si se cree plausible que se esperó a que
concluyera el paripé del liderazgo mundial -inadvertido por cierto en todo el
mundo- para comenzar la función del adalid antiterrorista que debe hacer
olvidar otros avatares mucho más tenebrosos en estas lides.
Hay
gente injusta que sigue acordándose, con toda su mala fe, de que no hemos
resuelto casos de «timing» que van más allá de la coordinación de horarios. Sin
aclararse el caso del bar Faisán y tantos puntos oscuros en las negociaciones
secretas entre Zapatero y la banda terrorista ETA, nadie podrá quejarse de que
existan mentes retorcidas que piensen que todas estas infamias -no sólo las
sospechas, sino los hechos sospechados- puedan tener visos de ser ciertas. Es
tan improbable que se aclaren estos extremos como que se sepa quiénes fueron
los autores del chivatazo del caso Faisán.Por ello, alegrémonos por el hecho de
que Txeroki pasará el resto de su vida en una cárcel. Para los suspicaces, una
alegría añadida: tendrá una condena francesa que impedirá que la tentación a
las componendas de algunos por aquí, mitigen o acorten su pena.
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