martes, 1 de julio de 2014

CALLES DE ESPAÑA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  27.09.08


Me parece perfectamente impecable la decisión del Ayuntamiento de Sevilla de dedicar una calle a Pilar Bardem y otra a José Saramago. Ambos son personajes muy destacados en aquello a lo que se dedican. José Saramago es un escritor importante que ha recibido el Premio Nobel de Literatura y tiene una especial vinculación y continua presencia en nuestro país. Pilar Bardem es una gran actriz, con notable éxito en cine y teatro. Es miembro (perdón) de una familia importante para el cine español. Juan Antonio Bardem dirigió durante el franquismo, en la fase dura de la dictadura, películas de repercusión y éxito que la crítica considera muy importantes como «Muerte de un ciclista» o «Calle Mayor». El hijo de Pilar es uno de los grandes actores internacionales contemporáneos. No debiera extrañar ni irritar a nadie que Bardem o Saramago estén en el callejero.

Dicho esto, no puede sorprender que muchos españoles se hayan sentido heridos por el hecho de que el ayuntamiento de Sevilla les concediera una calle y, en el mismo pleno, se la negara a las víctimas del terrorismo. Por una mayoría de votos de comunistas y socialistas. Cierto que todos quieren homenajear a los suyos. Y que el sectarismo lleva aún hoy a socialistas y comunistas a dar honores incluso a destacados criminales por serles ideológicamente afines. Lo realmente deprimente es la hostilidad que parte de los socialistas y comunistas en este país han desarrollado hacia las víctimas del terrorismo. ¿Por qué? Porque durante cuatro años Zapatero nos ha presentado a ETA como hijo pródigo de esa izquierda y a sus víctimas como el enemigo, quintacolumna del derechismo ultra que inventó. Y porque Bardem y Saramago han sido peones hiperactivos en esta política en la que, en extraña pirueta, las víctimas son objeto del resentimiento. Por eso la queja, el llanto y la rabia.

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