Por HERMANN TERTSCH
ABC 23.02.13
Un profesor de Economía, una aparatchik político, un bufón
antisistema y un multimillonario cascado
Hay un profesor de economía al que gusta poco la política,
un aparatchik político que no sabe de Economía, un bufón antisistema y cariñoso
que sabe hacer reír y un tiburón multimillonario cascado y acosado por los
tribunales. Esta es, grosso modo, la oferta electoral de que disponen los
italianos mañana. Y sin ponerse de acuerdo entre ellos, los electores han de ir
a las urnas para que surjan unos resultados que hagan posible una política
coherente, racional y eficaz para que Italia salga de la crisis. Ni más ni
menos. Para que Italia continúe por la senda de las reformas impuestas por el
gobierno del presidente saliente no electo, Mario Monti. Para que Italia no
vuelva a convertirse en un inmenso problema para toda Europa. Como ven, la cosa
no pinta fácil ni bien.
El favorito en las últimas encuestas es Pier Luigi Bersani,
con un 34,7%. Este exministro del gobierno de Romano Prodi intenta aglutinar el
voto general de la izquierda con su mensaje tradicional. Aunque ya veremos lo
que le quita o le deja el Movimiento 5 Estrellas (M5S) del célebre cómico Beppo
Grillo. Ya veremos también si el enfado con los recortes y con la política
europea de austeridad no lo acaba rentabilizando un Berlusconi que ha hecho su
campaña populista con ribetes antisistema. Y que como enemigo de Merkel es el
que mayor caché tiene. Después de todo lo sucedido, ya estaba en segundo lugar
en los sondeos con cerca de un 30%. Además de estos tres, está Monti. El hombre
sensato que ha hecho y bien lo que había que hacer en el año y medio en que lo
puso el Parlamento a la cabeza del Gobierno por presiones exteriores. Para
sustituir a un Berlusconi con el que Europa ya no podía hacer política. Lo
ideal visto desde fuera de Italia sería cualquier resultado que permitiera a
Monti gobernar con las manos más libres. Habrá que ver en la tarde del lunes
qué mayorías hay en las dos cámaras. Y qué encaje se puede hacer. Todas las
soluciones racionales e hipotéticamente eficaces parecen lejanas. Sólo está
claro que la formación de Gobierno va a ser entretenida.
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