martes, 24 de febrero de 2015

EL FRACASO COMO SÍNTOMA

Por HERMANN TERTSCH
  ABC  02.03.13


Obama acusa de nuevo a los republicanos de falta de piedad y egoísmo

La falta de acuerdo entre el presidente Obama y la mayoría republicana vuelve a poner a EE.UU., a su economía y su sociedad, ante una emergencia. Con la entrada en vigor del «secuestro» del presupuesto de 2013 comienzan automáticamente a producirse unos recortes de gasto. Que alcanzarían al final los 1,2 billones de dólares y afectan a todos los sectores incluidos muchos programas federales sociales. De nuevo acusa la Casa Blanca a la mayoría republicana de causar con su falta de piedad y defensa a ultranza del egoísmo de los ricos, unos terribles efectos para los programas de apoyo a los más pobres. De nuevo vuelve a demostrarse que si buena culpa en los desacuerdos la tienen ambas partes, a demagogia nadie gana a la administración Obama. La diferencia vuelve a estar en que la Casa Blanca siempre obstaculiza cualquier intento de recortar gastos. Solo plantea aumento de ingresos por medio de subida de impuestos. Y apuesta una y otra vez por esa ofensiva populista que echa la culpa a los republicanos de todos los males. Muy consciente de que la opinión pública tiende a poner a los republicanos bajo sospecha de esa «falta de compasión». Estos recortes fueron establecidos en 2011 para forzar un acuerdo presupuestario. Lo que ha sido imposible. Ayer Obama hizo un último esfuerzo por presionar a los republicanos. Acusó al Congreso de ser culpable de que todos los resultados económicos vayan a ser peores por su inflexibilidad. Lo único claro de nuevo es el fracaso de Obama en gobernar con grandes acuerdos con la mayoría parlamentaria como el sistema norteamericano exige.

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