martes, 24 de febrero de 2015

UN TRAIDOR DE MANUAL

Por HERMANN TERTSCH
  ABC  09.03.13


Nadie piense que ese pobre campeón desasistido que es Navarro es el más confundido. Representa a la media mediocre

JESÚS Eguiguren es el presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE). El partido que preside es parte integrante del Partido Socialista Obrero Español. Esto último lo adelanto por si alguien quiere hablarnos de sintonías entre unos socialistas y otros en partidos autónomos, como intentan cuando quieren justificar que Pere Navarro en Cataluña no tenga la más mínima noción de lo que es la soberanía nacional y la defensa de la Constitución, de las leyes y el Estado de Derecho. Nadie piense que ese pobre campeón desasistido que es Navarro es el más confundido. Representa a la media mediocre. No así Eguiguren, que siempre ha sido un adelantado de su partido, un hombre para misiones oscuras y arriesgadas, agente especial para lo sucio. Su aire locoide y su trastornada comunicación lo convierten en sujeto idóneo para explorar campos y materiales. Para probar reacciones y poder ser siempre desactivado o presentado como francotirador o despistado con la sempiterna frase de «Son cosas de Txusito». Ahora Eguiguren ha acudido a dar una entrevista en la televisión vasca (ETB), que ya vuelve a por sus fueros míticos y nos da la previsión del tiempo exclusiva de los sacros territorios de Euskal Herria. Lo poco que había querido y podido racionalizar el Gobierno de Patxi López vuelve a las categorías mágicas y tribales. En parte porque la miserable labor de desmantelamiento constitucional en el País Vasco, que comenzó precisamente Eguiguren con Zapatero, hace tiempo que adquirió dinámica propia.
El socialista Eguiguren vuelve a la actualidad y de nuevo con encargo. Como cuando comenzó las negociaciones con su amigo etarra Josu Ternera durante el Gobierno de Aznar. Mientras Zapatero, ofrecía un Pacto antiterrorista al Gobierno de España, Eguiguren negociaba con su conocimiento la colaboración de los socialistas con la banda terrorista. Que tan lejos nos habría de llevar. Hasta convertir gran parte de las instituciones del País Vasco en terminales de la organización terrorista. Ahora Eguiguren vuelve a marcar rumbo. Rompe definitivamente con España al exigir una «unificación» del fantasmagórico Zazpiak bat (siete en uno) de las tres provincias vascas en España y Francia más Navarra. Deja claro Eguiguren que la vocación de los socialistas vascos debe volcarse hacia un pacto nacional-socialista con las fuerzas abertzales. Este dirigente del PSOE comparte ya todos los objetivos estratégicos e ideológicos de ETA y sus organizaciones políticas.

El PSOE ha rentabilizado mucho a Eguiguren. Especialmente Zapatero en toda su larga aventura de la infamia. Por eso se ignoró siempre a quienes consideraban a Eguiguren insostenible como presidente por su condena por malos tratos a su mujer. Ahora es otra cosa. Eguiguren es el traidor de manual. A la Constitución, a la nación, al Estado de derecho, la libertad y su partido. Su permanencia en el PSOE es el síntoma más claro de la descomposición del socialismo español.

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