lunes, 23 de febrero de 2015

EL DELFÍN TRIUNFANTE

Por HERMANN TERTSCH
  ABC  16.02.13


La fórmula del éxito de Correa ha sido aplicar los métodos de Chávez, pero con eficacia económica

Ayer comenzó el «silencio electoral» en Ecuador ante las elecciones presidenciales de este domingo, que ya tienen en Rafael Correa a su seguro vencedor. La única duda es si tendrá que someterse al trámite de la segunda ronda porque la multitud de diminutas candidaturas de la oposición logran privarle de la mayoría absoluta en la primera. No tiene rival Correa, que tras siete años en el poder ha laminado a la oposición y ampliado su base populista hasta convertirla hoy en una fuerza de hegemonía incuestionable. Correa ha sabido utilizar los años de bonanza de los ingresos del petróleo para una política de infraestructuras y unas amplias redes de apoyo social clientelar que hoy le granjean un apoyo sin par. La libertad de prensa ha sido aplastada y han sido condenados a la irrelevancia quienes aún osan criticar una deriva que no deja espacio ya para una democracia verosímil. La fórmula del éxito ha sido la aplicación de los métodos de Hugo Chávez, pero con mayor eficacia en el terreno económico. Con su reelección este domingo o en la próxima vuelta, Correa reforzará su ambición de convertirse en el heredero del agonizante «caudillo bolivariano» como líder del movimiento bolivariano o del «socialismo del siglo XXI». Correa parece creerse capaz de compensar las obvias diferencias de dimensiones, poder e influencia en el subcontinente de Venezuela y Ecuador. Sustituir a Chávez no será fácil. No sólo por su personalidad arrolladora y carisma. Y por su incomparable riqueza en petrodólares. Y su alianza única con los Castro. También por la red de contactos en esta internacional «antiimperialista» que ha fraguado a lo largo de los años en Latinoamérica y otros socios, siempre enemigos de Occidente, como Irán. Habrá que ver si Correa logra hacerse con el control de esa alianza antioccidental que forjó Chávez. Es tan demagogo como Morales, Chávez y Cristina, pero con mayor y mejor formación, por supuesto occidental. Tiene la misma vocación de caudillo izquierdista. Y él cree ser el que en mejores circunstancias está para asumir el papel de líder y modelo de todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario