ABC 02.02.13
La importancia estratégica de Turquía crece por su vecindad
con Siria e Irán y la inseguridad en la región
Un terrorista suicida ha matado este viernes a un guardia de
seguridad turco de la Embajada de EE.UU. en Ankara. Aparte de este muerto, sólo
se produjo un herido de gravedad y daños en el sistema de protección de la
embajada. Se trata de un atentado fallido por sus efectos, atribuido
rápidamente a un grupúsculo de ultraizquierda. Pese a que en la larga historia
del terrorismo izquierdista turco no hay tradición suicida. Es en todo caso un
nuevo guiño de terror en Turquía cuando su importancia estratégica, siempre
enorme, aumenta si cabe por su vecindad con Siria e Irán, y por el vertiginoso
deterioro en la seguridad de la región. La clave está en Siria, donde la guerra
ya tiene numerosos frentes con participación de muy diversos grupos, unos
aliados y otros enemigos de Ankara. La actividad del PKK kurdo también se ha
reactivado. Claro está, en todo caso, que para el régimen sirio del presidente
Assad, Turquía hoy es retaguardia enemiga. Y EE.UU. enemigo mortal como Israel.
No resulta nada difícil imaginar a los servicios secretos sirios reactivando
algunos de los muchos grupúsculos ultraizquierdistas o religiosos en Turquía
para una actividad terrorista que sirva de instrumento de presión frente a un
primer ministro turco Rayip Erdogan decidido a jugar un papel en la Siria post
Assad. Pero también será probable una creciente presión del terrorismo
salafista, rápidamente negado por las autoridades ayer. También luchan en Siria
y también tienen en Ankara un enemigo.
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