martes, 24 de febrero de 2015

SOSPECHAS PROTOBRITÁNICAS

Por HERMANN TERTSCH
  ABC  04.05.13


El UKIP es una pesadilla para Cameron y un quebradero de cabeza para todos los políticos británicos

El partido antieuropeo británico UKIP ha sido el gran triunfador de las municipales parciales celebradas este jueves en el Reino Unido. Se ha erigido nada menos que en segunda fuerza tras los laboristas y ha infligido un serio revés tanto a los conservadores como a los liberales. Después de estos resultados queda abierta la carrera para la gran fecha en que el UKIP quiere convertirse en la fuerza decisiva para marcar las relaciones del Reino Unido con la Unión Europa. Será en mayo de 2014 cuando se celebren las elecciones europeas.

REUTERS David Cameron tiene en Farage a un formidable rival

El partido de Nigel Farage que propugna la salida inmediata de la Unión Europea quiere ser entonces primera fuerza. Vistos estos resultados del jueves, puede que ese objetivo sea excesivamente ambicioso. Lo que ya es cierto es que el UKIP es la pesadilla para David Cameron y un quebradero de cabeza para todo el arco político británico. Es un formidable rival que puede poner patas arriba la política británica y también la europea. En 2015 David Cameron se presenta a una reelección de por sí difícil que ahora se le complica mucho más. Por supuesto que en Europa y también aquí en España se recurrirá a las fáciles descalificaciones del UKIP como partido ultraderechista y xenófobo. Muchos creen resolver así los problemas, calificando de fascistas todo lo que les irrita. Lo cierto es que Farage ha rechazado toda colaboración con el Partido Nacional Británico BNP. Y sus postulados son lo que podría llamarse una cristalización consecuente e implacable de la hostilidad, sospecha y miedo que ha generado en el Reino Unido la política de la UE siempre, pero especialmente desde el Tratado de Maastricht de 1992. Por supuesto que el UKIP parte de una posición chauvinista en la que ignora o infravalora todas las ventajas de que disfruta el Reino Unido en la Unión Europea, por lo que muchos de sus razonamientos sobre los beneficios de esa salida de la UE no resisten el mínimo análisis. Pero sí complacen a los más alarmados entre quienes ven en la UE un peligro para soberanía y democracia. Que sospechan de que el primer ministro David Cameron es poco más que un oportunista en este campo y creen que al final buscará una fórmula para ir a un referéndum que se pueda ganar para el mantenimiento del Reino Unido dentro de la UE.

Son muchos los partidarios de continuar en la UE que también apuestan por una fórmula «europeísta» de Cameron y los conservadores y por supuesto de los demás partidos. Después de los resultados del jueves, el gobierno británico no va a poder mantenerse tras una cómoda posición de distancia crítica respecto a la UE. Lo peor que podrían hacer ahora los demás partidos británicos —a corto plazo será inevitable en los tories, de quienes el UKIP es una escisión— es asumir su exitosa retórica. Porque son muchos y de mucho peso los argumentos británicos para permanecer dentro de la UE. Pero el ascenso del UKIP debería hacer reflexionar a todos los políticos europeos. Porque es evidente el fracaso de la política en muchos campos y no sólo dentro de la zona euro en la que el Reino Unido no está y que es la única obsesión de los que la integran. No llore ahora nadie por supuestos ultraderechismos británicos inexistentes. Y reflexionen sobre la inmensidad de las disfunciones de la Unión Europea.

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