ABC 04.05.13
El UKIP es una pesadilla para Cameron y un quebradero de
cabeza para todos los políticos británicos
El partido antieuropeo británico UKIP ha sido el gran
triunfador de las municipales parciales celebradas este jueves en el Reino
Unido. Se ha erigido nada menos que en segunda fuerza tras los laboristas y ha
infligido un serio revés tanto a los conservadores como a los liberales.
Después de estos resultados queda abierta la carrera para la gran fecha en que
el UKIP quiere convertirse en la fuerza decisiva para marcar las relaciones del
Reino Unido con la Unión Europa. Será en mayo de 2014 cuando se celebren las
elecciones europeas.
REUTERS David Cameron tiene en Farage a un formidable rival
El partido de Nigel Farage que propugna la salida inmediata
de la Unión Europea quiere ser entonces primera fuerza. Vistos estos resultados
del jueves, puede que ese objetivo sea excesivamente ambicioso. Lo que ya es
cierto es que el UKIP es la pesadilla para David Cameron y un quebradero de
cabeza para todo el arco político británico. Es un formidable rival que puede
poner patas arriba la política británica y también la europea. En 2015 David
Cameron se presenta a una reelección de por sí difícil que ahora se le complica
mucho más. Por supuesto que en Europa y también aquí en España se recurrirá a
las fáciles descalificaciones del UKIP como partido ultraderechista y xenófobo.
Muchos creen resolver así los problemas, calificando de fascistas todo lo que
les irrita. Lo cierto es que Farage ha rechazado toda colaboración con el
Partido Nacional Británico BNP. Y sus postulados son lo que podría llamarse una
cristalización consecuente e implacable de la hostilidad, sospecha y miedo que
ha generado en el Reino Unido la política de la UE siempre, pero especialmente
desde el Tratado de Maastricht de 1992. Por supuesto que el UKIP parte de una
posición chauvinista en la que ignora o infravalora todas las ventajas de que
disfruta el Reino Unido en la Unión Europea, por lo que muchos de sus
razonamientos sobre los beneficios de esa salida de la UE no resisten el mínimo
análisis. Pero sí complacen a los más alarmados entre quienes ven en la UE un peligro
para soberanía y democracia. Que sospechan de que el primer ministro David
Cameron es poco más que un oportunista en este campo y creen que al final
buscará una fórmula para ir a un referéndum que se pueda ganar para el
mantenimiento del Reino Unido dentro de la UE.
Son muchos los partidarios de continuar en la UE que también
apuestan por una fórmula «europeísta» de Cameron y los conservadores y por
supuesto de los demás partidos. Después de los resultados del jueves, el
gobierno británico no va a poder mantenerse tras una cómoda posición de
distancia crítica respecto a la UE. Lo peor que podrían hacer ahora los demás
partidos británicos —a corto plazo será inevitable en los tories, de quienes el
UKIP es una escisión— es asumir su exitosa retórica. Porque son muchos y de
mucho peso los argumentos británicos para permanecer dentro de la UE. Pero el
ascenso del UKIP debería hacer reflexionar a todos los políticos europeos.
Porque es evidente el fracaso de la política en muchos campos y no sólo dentro
de la zona euro en la que el Reino Unido no está y que es la única obsesión de
los que la integran. No llore ahora nadie por supuestos ultraderechismos
británicos inexistentes. Y reflexionen sobre la inmensidad de las disfunciones
de la Unión Europea.
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