ABC 22.02.11
Por iniciativa alemana y tras una reunión de su ministro de
Exteriores, Guido Westerwelle, con su homólogo italiano, Franco Frattini, se
han anunciado las primeras medidas de la UE contra el régimen de Gadafi. ¡Ya
era hora! dirán los optimistas. Tranquilos. Se tomarán la próxima semana. Nadie
crea que son medidas para poner freno a las atrocidades. Se trata de un veto a
entrada en territorio de la UE de la familia Gadafi —como si ahora fuera a
pedir asilo en París—, la congelación de sus bienes y la prohibición de ventas
de armas. Patético papel el nuestro. La Representante para Política Exterior y
de Seguridad, Catherine Ashton, es ya la versión europea de nuestra Ministrini
de Asuntos Exteriores. Cuando un gobierno laborista de Tony Blair le concedió
un título de baronesa, no debió ser por diligencia ni eficacia. Si los
españoles han estado a punto de fundar colonias en Libia mientras esperaban a
que les socorriera en la evacuación nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores,
los libios llevan diez días muriendo sin sacar a la representante europea de la
flema británica.
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