ABC 04.08.12
Doña Cristina Fernández de Kirchner se siente muy cómoda con
lo que considera una situación económica gloriosa de Argentina. A pesar de los
augurios de muchas voces. Lo ha demostrado de nuevo con el pago ahora del que
dicen es el último bono del corralito del 2001, llamado Boden 2012. Pero ante
todo se siente muy contenta doña Cristina con algo que no puede, al menos por
el momento, atribuir a sus propios méritos, como es la crisis europea. La
crisis europea es en estos momentos lo que más parece entretener a la
presidenta argentina. Porque la crisis europea juega ahora el papel que jugaba
cualquier calamidad norteamericana en el argumentario anticapitalista de la
URSS o el movimiento de no alineados hace 30 o 40 años. Es esa prueba que
requieren para su propia clientela de que las miserias de la colectivización,
el dirigismo y la falta de libertades económicas no son mas que males menores
inevitables. Porque la alternativa es esa terrible precariedad de que hace gala
el liberalismo.
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