jueves, 19 de febrero de 2015

CUBA, NUESTRA VERGÜENZA

Por HERMANN TERTSCH
  ABC  02.09.11


El Gobierno español y el PSOE parecen considerar que la dictadura en la isla es un bien a conservar

EN los últimos días la red se ha inundado de anuncios apócrifos, montajes y rumores sobre la muerte de Fidel Castro. Parece poco cuestionable que un día, un mes o un año de estos se nos morirá el dictador. Sólo entonces se verá si esta muerte tiene realmente importancia y la noticia desencadena acontecimientos que sean significativos para la isla. Su larga enfermedad y su supuesta o real retirada de la máxima dirección del régimen no supusieron cambios relevantes en la vida de los cubanos, que vegetan hoy igual que antes en la miseria y la falta de las mínimas libertades. Agotados además por toda la retórica vacía del patético hermano, anunciando reformas ridículas que jamás llegan. Y sin embargo, en estos días y al margen de que le pase algo o no al siniestro anciano, se mueven muchas cosas y gentes en Cuba. Muy importantes, conmovedoras y esperanzadoras. En Cuba, ahora, se producen las protestas más activas, concurridas y valientes en muchos años. La Policía ha tenido que intervenir ya con antidisturbios en alguna ocasión. Y ha utilizado gases lacrimógenos contra grupos que manifestaban su solidaridad con los presos políticos y con las Damas de Blanco. Ya no es sólo en La Habana y en Santiago donde la Policía tiene problemas para sofocar las protestas. Los incidentes de Palma Soriano del día 21 fueron una gesta de cubanos demócratas enfrentados a la soldadesca civil y policial de la dictadura. Se multiplican las situaciones en las que el régimen, nervioso, recurre a sus repugnantes sicarios para los llamados «actos de repudio». Gracias a Youtube podemos ver todas esas escenas de las turbas pagadas por el régimen y los grupos de demócratas acosados y desafiantes. Y, sin embargo, aquí en España no se escribe una línea al respecto. Ni nada nos llega por cauces oficiales. Los corresponsales españoles acreditados ante el régimen deberían dimitir todos por vergüenza. Las últimas noticias que envían desde Cuba nos hablan de la solidaridad de la Federación oficial de Estudiantes del régimen con las revueltas izquierdistas en Chile. Para hacer propaganda comunista nos podemos suscribir directamente al Granma. No es de extrañar que la agencia EFE no nos cuente ni una palabra sobre la realidad de la oposición cubana. La vergonzosa complicidad de los Gobiernos de Zapatero con la dictadura cubana tiene un fiel reflejo en la labor de nuestra agencia oficial de noticias. De TVE para qué hablar.

Porque el silencio de la desacreditada prensa española acreditada en La Habana es una vergüenza. Pero empalidece ante ese deplorable colaboracionismo activo de un Ministerio de Exteriores trufado de comisarios políticos socialistas con su intacta simpatía hacia el régimen comunista. Los fracasados intentos del Gobierno español por «normalizar» las relaciones de Cuba con la UE ya supusieron en sí una afrenta a la dignidad democrática de España. Además de un insulto a los cubanos. El Gobierno español y el Partido Socialista, que mantiene unas inauditas relaciones con el Partido Comunista de Cuba, parecen considerar que la dictadura en la isla es un bien a conservar. Y en estos años no han hecho sino reforzar su trama de complicidades con aquel régimen criminal. Lo increíble es que este estado de cosas no escandalice aquí. Que se ignore la lucha de los demócratas cubanos y se acepte la brutal represión, las detenciones, humillaciones y acosos de que son objeto. Que la oposición del PP no denuncie todas las semanas esta repugnante complicidad con la dictadura del Gobierno de España. Pero si la sociedad es indolente ante su propio sino, cómo pedir se revuelva contra la indignidad en tierras lejanas, aunque sean tan hermanas.

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