ABC 09.09.12
«Nuestros pensionistas viven cada vez peor y sólo porque
tenemos que financiar a países del sur en los que todos presumen de vivir muy
bien y nadie trabaja». Esta frase en innumerables versiones ha dominado gran
parte de mitines, asambleas y mensajes políticos en Holanda. No la pronuncian
sólo los miembros del Partido para la Libertad (PVV) del derechista Geert
Wilders. También son muy propias las acusaciones a Europa en el Partido
Socialista de Holanda, muy a la izquierda del SPD alemán, cuyo líder, Emile Roehmer
podría ser el próximo primer ministro holandés.
Y él también cabalga sobre el tigre populista de la
oposición a Europa. Los razonamientos antieuropeos de estos izquierdistas
holandeses que crecen en el favor popular son casi idénticos a los de los
conservadores británicos o del presidente checo Vaclav Klaus.
Nada más fácil que encontrarlos en una Europa que obliga a inmensos recortes -sí, también allí- y ven los holandeses con excesiva generosidad hacia los países meridionales. Con razón o sin ella, se sienten agraviados los holandeses, como los finlandeses, como los austriacos, como los alemanes. Hace años que los holandeses perdieron la inocencia. Respecto a la inmigración, respecto a la redistribución y respecto a Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario