ABC 01.10.11
Un avión no tripulado norteamericano ha matado al dirigente
de Al Qaida Anuar Al Awlaki en Yemen. Fuerzas norteamericanas han realizado
decenas de operaciones similares en Yemen en los últimos años. Pero en este
caso, la pieza cobrada en la caza de terroristas con alta tecnología, es un
premio mayor. Awlaki, un estadounidense de origen yemení, vinculado con varios
intentos de atentar en EE UU, no era un dirigente de Al Qaida más. Con su
inglés nativo, su carisma y dotes de comunicación, era la pieza clave en la
propaganda de la red terrorista en las comunidades islamistas de habla inglesa
en el mundo desarrollado. Obama ha mostrado su satisfacción. Que Al Awlaki
fuera norteamericano generará alguna protesta testimonial. Eso en EE.UU. En
Yemen el sentimiento antinorteamericano es extremo, difícil de incrementar.
Pero sería grave error que este éxito derivara en la reactivación de un apoyo
siquiera implícito de Washington al presidente Ali Abdullah Saleh. Cierto es
que él ha permitido
estos
ataques que han sido letales para la infraestructura de Al Qaida en Yemen. Y
que quiere apropiarse de este éxito. Pero como Washington ha dejado claro la
solución a la guerra tribal de pasa en todo caso por la renuncia de Saleh y no
su fortalecimiento. Antes y después de la muerte de Awlaki.
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