ABC 07.10.10
ME perdonarán algunos esta pregunta maliciosa. Pero ando
angustiado buscando una explicación a la conducta de nuestro Gobierno en
cuestiones venezolanas y ya no se me ocurre otra cosa. No me creo ya que todo
sea mera desidia o falta de dignidad. O temor a represalias contra intereses
españoles. El principal interés de España es la vida de los españoles. Por
encima de todos los demás. Y son vidas de españoles las que están en juego
cuando grupos de etarras reciben adiestramiento para matar. ¿Qué no está probado
porque Hugo Chávez lo niega o porque no nos han invitado a grabar un documental
sobre la confraternización entre terroristas colombianos y españoles y quizás
asesores venezolanos y cubanos? Cierto. ¿Qué eso explica la absoluta
inactividad durante años de los ministerios de Interior y Exteriores? Bueno,
pues esperamos a que Chávez reconozca ésta y todas las villanías que perpetra
en Venezuela y fuera de allí. O esperamos a que la Guardia Civil detenga al
jefe del Estado mayor del ejército venezolano entrando encapuchado en un bar en
Hernani. Lo dicho, no hay explicación a la actitud del Gobierno español salvo
el miedo a que de un conflicto diplomático que en buena lógica debía ser
inevitable, surjan informaciones que puedan hacer mucho daño aquí. Más daño
que la indignación que la actitud del Gobierno genera entre los españoles.
Resulta que tenemos ya la certeza de que al menos dos
etarras se entrenaron hace tan sólo dos años en Venezuela. Recibieron
adiestramiento militar para volver a España o Francia preparados para matar más
y mejor. Presumiblemente a españoles. Sabemos que su contacto en Venezuela fue
Arturo Cubillo, un etarra al que Hugo Chávez dio la nacionalidad venezolana
para evitar su extradición. Cubillo trabaja en el Ministerio de Agricultura,
dedicado a hostigar a los españoles propietarios de tierras. Vive allí con su
mujer Goizeder Odriozola, portavoz del Ministerio, colaboradora del diario Gara
y ex jefa del gabinete del propio Chávez. Los etarras han dado cifras, datos,
nombres, fechas y horas. Jueces y policía están de acuerdo en que dicen la
verdad. El Ministerio del Interior tenía datos desde hace años. También había
recibido pruebas a través de Colombia de reuniones de las FARC con ETA para
colaborar en atentados contra dos presidentes colombianos, Andrés Pastrana y
Álvaro Uribe, contra el actual vicepresidente, Pacho Santos que vivía en Madrid
y contra la entonces embajadora Noemí Sanin. Miembros de las FARC ha declarado
haber entrenado con etarras.
En fin, no les voy a aburrir más. Todos los datos son
abrumadores y eran motivo suficiente para una iniciativa global de denuncia
contra el régimen chavista por parte del Gobierno español. Sin escatimar
recursos como intervenciones ante las Naciones Unidas y alianzas con otros
países latinoamericanos para ejercer presión sobre Venezuela. Nada se ha hecho.
Aparte de lloriquearle al caudillo que se porte bien dándonos la información
que quiera. Que el Gobierno crea que así salva algo la cara revela hasta qué
punto se ha convertido ya en un club de muertos vivientes. Ya está dicho todo.
Quedan en el aire las preguntas. ¿Qué poder tiene Hugo Chávez sobre este
Gobierno? ¿Qué es lo que sabe o tiene Hugo Chávez para que el Gobierno español
no se atreva siquiera a salvar su propia cara ante la atónita opinión pública
española? Algún día lo sabremos.
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