viernes, 13 de febrero de 2015

SCHENGEN DE EXCEPCIÓN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  14.05.11


Después de la sorpresa inicial por la decisión de Dinamarca de reimplantar controles fronterizos con la Unión, la Comisión intenta limitar daños. Dice el presidente Barroso que existen dudas sobre la legalidad de la medida danesa. Pero no se ha atrevido a condenarla. Y Copenhague dice que no viola el Tratado de Schengen con estos controles. Pero este tira y afloja no debiera distraer del problema real. Que es grave. La causa es la creciente falta de confianza entre los países miembros respecto a la forma de afrontar la crisis. No sólo con la inmigración. También con la economía.

Los tremendos desequilibrios económicos en la zona euro tienen sus efectos también en la zona Schengen. Países con graves crisis como Grecia, Portugal y España y en buena medida Italia, son vistos ya como socios de riesgo por parte de otros países europeos. Que han hecho sus profundos ajustes y recortes antes, hoy se recuperan y no quieren sufrir los efectos perversos de las crisis meridionales, donde los gobiernos no quieren o no pueden aplicar las reformas necesarias.

Nos pasa con el euro. Y nos pasa con la inmigración. Dinamarca, con menos de la tercera parte del desempleo de España, considera un alto riesgo que inmigrantes en España, Grecia o Italia, lleguen a la lógica conclusión de que en el norte escaparán con mayor facilidad de la crisis. Es el origen del conflicto incivil entre París y Roma que estos supieron superar precisamente con la solicitud de medidas especiales ante situaciones especiales.

Que España se oponga no tiene la mínima relevancia. Porque no tenemos peso en Bruselas. Y porque Alemania y la Comisión ya estaban de acuerdo con Roma y París. Que las medidas de recorte del Tratado de Schengen no aumenten y se hagan permanentes depende de la superación de los desequilibrios. Lo que viendo el estado de postración de España es una quimera.

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