ABC 21.10.11
NOS van a simular entusiasmo infinito hasta el 20-N. Ya
comenzó ayer esta nueva y patética farsa, la enésima. Por supuesto, lo hizo el
gran responsable de la misma, Zapatero, con un discurso de pretenciosa
solemnidad a apuntarse ante la historia una supuesta victoria de la democracia
que es la mayor y peor mentira de todo su mandato. Va a ser, como casi todo,
otra gran ceremonia de la impostura. Y se les va a notar su decepción. Porque
el socio de todos estos años no ha sido generoso. Aquí, en este punto, después
de la «Conferencia Internacional» y con el comunicado final, se debería haber
desatado la apoteosis del éxito de la labor de pacificación de Rodríguez
Zapatero. Este era el momento que debería haber convertido en coro
multitudinario las voces pidiendo, exigiendo el premio Nobel para nuestro
inmenso gobernante. «Oslo, Oslo, Oslo». Colapsada la centralita de la Academia
sueca, como diría Anson. Pero lo cierto es que el comunicado de ETA es una
auténtica racanería. Nos han repetido
los anteriores comunicados cambiando cese indefinido por cese definitivo. Y a
tirar. Podían haber tenido un mínimo detalle con eso de la entrega de las
armas. Unas cuantas podían haberle dejado en el bar Faisán, al menos las
peores, para que el candidato Rubalcaba pudiera organizar un evento con la
prensa. Las armas siempre dan para una foto. Pues no. Las armas se las quedan.
Por si acaso. Y también soñaban los socialistas con que hablara algo de una
disolución. ¡Ca! ETA seguirá ahí como garante de un proceso que, según dicen en
el comunicado, les debemos a ellos. Porque subrayan que la nueva etapa
esperanzadora se debe a la lucha de ETA y es una conquista de las armas. Por
eso hacen un expreso homenaje a los terroristas muertos y a los presos. De los
que pronto se tendrá que hablar. Ahí pecan un poco de soberbia nuestros tres
encapuchados, porque los terroristas muertos, los presos y los centenares de
víctimas inocentes no les habrían acercado jamás a sus objetivos de no haber
tenido la colaboración continuada del Gobierno de España. De los responsables
por ley de perseguir a los terroristas y detenerlos. Y no de encargarse, en
laboriosa conspiración secreta durante años, en coordinar los intereses del
presidente del Gobierno con los de los asesinos de españoles y el peor enemigo
del Estado. ETA no entrega las armas, ETA no se disuelve. Y ETA deja claro
quién ha vencido. Su larga lucha ha sido recompensada. Ahora en la segunda fase
ya, gracias a Zapatero, puede reafirmar las conquistas del terror y a partir de
ahora ejercerlo sin ninguna necesidad de matar, desde las instituciones que tan
amablemente les ha cedido el Gobierno de la pacificación. Los etarras pasan a
dirigir estas instituciones. Y los puntos de KAS pasan a ser la razón de Estado
de unas fuerzas que sin las armas hoy no serían nada. Pero la perversión va aún
más allá. Porque toda esta coordinación de intereses entre ETA y Zapatero ya no
le valdrá, como esperaba en su día, para ganar unas
elecciones ni él ni su sucesor en el partido. Y será previsiblemente Mariano
Rajoy y el PP los que tendrán que enfrentarse al desafío total a la
Constitución por parte de unas instituciones tomadas por los etarras gracias a
Zapatero. Y con ETA detrás, con su organización sin disolver y con sus armas a
buen recaudo, ejerciendo como garante del proyecto totalitario. El comunicado
deja claro que ETA no ha cumplido con Zapatero con la generosidad con la que él
lo ha hecho con los enemigos de España.
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