domingo, 22 de febrero de 2015

UNA IRA MESURADA

Por HERMANN TERTSCH
  ABC  22.09.12


En Pakistán han muerto al menos quince personas víctimas de la violencia de manifestaciones convocadas para expresar «la ira islámica» por el vídeo norteamericano. Allí, como en Afganistán y los países más subdesarrollados del mundo musulmán todavía no habrá tenido difusión la noticia de las caricaturas publicadas en el semanario francés Charlie Hebdo y otras revistas europeas. Ni por supuesto conocen aun la decisión judicial de ayer que impone se cuelguen en el metro de Nueva York unos carteles publicitarios que equiparan «yihad» con salvajismo.

No solo en los países musulmanes hay oposición a lo que califican de provocación anti islámica. Lo importante no es que gusten o no unos carteles, caricaturas o vídeos, sino que no se mate a extranjeros en ningún sitio por el hecho de que se publiquen esos productos en algún sitio. Y en todo caso, la jornada del viernes que todos esperaban como muy peligrosa para los intereses occidentales en los países musulmanes no fue especialmente problemática, salvo los referidos casos. La ira ha sido, en términos generales, mesurada.

Es una buena señal que los gobiernos de países musulmanes hayan demostrado en su mayoría en esta ocasión mucho mayor autocontrol. Y ningunas ganas de dar la razón a los más fanáticos de sus ciudadanos. Apenas en Teherán y alguna otra capital del fanatismo ha habido ira escenificada oficialmente. Ridículo es que por miedo a esta crisis con el fanatismo islamista, en Alemania por ejemplo se haya suspendido una campaña de búsqueda de jóvenes desaparecidos que sus familias sospechan han sido reclutados por sectas agresivas del islamismo, especialmente salafistas. Que alguien llegara a la conclusión de que esa campaña podría molestar revela lo popular que es el miedo. Precisamente en un momento en el que esa campaña está más justificada que nunca.

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